Terror en el apartamento: la maldición de la mesa sin sillas

Hace unos años, cuando estaba buscando un nuevo apartamento para mudarme, encontré una oferta que parecía perfecta. El lugar era amplio, luminoso y estaba en una buena ubicación. Pero lo que realmente me cautivó fue la vista desde la ventana del salón, que daba a un hermoso parque.

Sin embargo, cuando visité el apartamento, noté algo extraño. En la sala de estar, había una mesa de comedor bastante grande, pero no había sillas para acompañarla. En su lugar, había un par de sillones cómodos en la esquina de la sala, como si estuvieran esperando a que alguien se sentara en ellos.

Le pregunté al dueño del apartamento sobre la mesa sin sillas, y él me explicó que había comprado la mesa en una subasta y que no había tenido tiempo de conseguir las sillas adecuadas. Me pareció extraño, pero acepté la explicación y seguí adelante con la mudanza.

Durante las primeras semanas en mi nuevo hogar, no pensé mucho en la mesa sin sillas. Pero poco a poco, comencé a notar cosas extrañas. A veces, cuando llegaba a casa después del trabajo, la mesa parecía haber sido movida de su lugar original. Otras veces, encontraba objetos extraños encima de ella, como una taza de té o un libro abierto.

Un día, mientras estaba sentado en uno de los sillones, me di cuenta de que la mesa estaba cubierta de polvo. ¿Cómo era posible que alguien hubiera estado usando la mesa sin sillas? Comencé a sentirme cada vez más incómodo en mi apartamento, y empecé a preguntarme si había algo más detrás de la extraña situación de la mesa sin sillas.

Finalmente, decidí investigar. Busqué en internet sobre la historia del edificio y descubrí que, décadas atrás, había sucedido un trágico accidente en el apartamento en el que vivía. Un hombre había muerto en la sala de estar, justo en el lugar donde ahora estaba la mesa sin sillas. Al parecer, el hombre había estado esperando a una persona importante que nunca llegó, y finalmente murió de un ataque al corazón.

Inmediatamente, decidí deshacerme de la mesa y comprar una nueva. Desde entonces, no he vuelto a sentir ninguna presencia extraña en mi apartamento. Pero todavía me pregunto si el espíritu del hombre sigue vagando por el edificio, tratando de encontrar al invitado que nunca llegó. Y cada vez que veo un sillón solitario en un rincón, no puedo dejar de pensar en la extraña mesa sin sillas.

A medida que pasaban los días, comencé a notar que el ambiente en mi apartamento se sentía cada vez más pesado y opresivo. Pasaba noches enteras despierto, escuchando sonidos extraños en la sala de estar, como si alguien estuviera moviendo objetos o caminando por la habitación.

Una noche, mientras intentaba dormir, sentí una extraña presencia en mi habitación. Abrí los ojos y vi una figura oscura en la esquina de la habitación. Al principio, pensé que solo era mi imaginación, pero la figura se movió y comenzó a acercarse a mí.

Me levanté de la cama y encendí la luz, pero la figura había desaparecido. A partir de ese momento, supe que tenía que hacer algo al respecto. Empecé a investigar más sobre la historia del edificio y hablé con otros inquilinos para ver si habían experimentado algo similar.

A través de mis investigaciones, descubrí que muchos de los inquilinos anteriores habían experimentado fenómenos extraños en el edificio. Algunos habían visto figuras oscuras en sus habitaciones, mientras que otros habían escuchado ruidos extraños en las paredes.

Finalmente, decidí contactar a un experto en lo paranormal para que investigara mi apartamento. El experto realizó una sesión de espiritismo en mi sala de estar, y durante la sesión, sentí la presencia de una fuerza poderosa en la habitación.

El experto me explicó que la mesa sin sillas en la sala de estar había sido objeto de una maldición, y que el espíritu del hombre que había muerto allí estaba atrapado en el edificio. La maldición había sido lanzada por una bruja en el siglo XIX, que había sido expulsada del edificio por los inquilinos anteriores.

Después de la sesión de espiritismo, deshice la maldición y cambié la energía en mi apartamento. Desde entonces, nunca he vuelto a experimentar nada extraño en mi casa. Pero todavía me pregunto si el hombre que murió en mi sala de estar ha encontrado finalmente la paz que buscaba. Y cada vez que veo una mesa sin sillas en cualquier lugar, no puedo evitar recordar la extraña historia de mi apartamento.

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